En esta época del año, la concurrencia a piletas, ríos, mares o lagos es más frecuente, por lo cual resulta necesario tener presentes algunas medidas para evitar accidentes, sobre todo con niños y niñas.
Estos son buenos lugares de esparcimiento para toda la familia, especialmente para los más chicos; sin embargo, es importante dimensionar cuáles son los riesgos para poder prevenirlos.
En este sentido, es importante la supervisión cercana y permanente por parte de personas adultas responsables. Esto implica la identificación de posibles peligros, como la profundidad del agua o la fuerza de la corriente de un río. Esta supervisión debe maximizarse en el caso de niños, niñas o adolescentes con epilepsia o convulsiones de cualquier origen, independientemente de su edad.
En el hogar, se recomienda evitar dejar baldes, palanganas y/o piletitas inflables con agua, que deben ser vaciados y guardados luego de su uso.
En cuanto a las piletas domiciliarias, deben estar protegidas siempre por un cerco que las rodee por completo.
Además, no se deben dejar sillas próximas al cerco, ya que los niños o niñas podrían usarlas para treparse. Tampoco dejar objetos o juguetes en la pileta que les llamen la atención, ya que probablemente intenten buscarlos.
Es preciso, además, prestar atención a posibles resbalones en superficies mojadas alrededor de la pileta, que pueden provocar caídas, empujones o accidentes. Es importante transmitir a toda la familia que no se debe correr alrededor de las piscinas.
Asimismo, con respecto al uso de flotadores, colchonetas o juguetes inflables, deben utilizarse con precaución y bajo la supervisión de una persona adulta; ya que, aunque se crean seguros, son susceptibles a pincharse, tener pérdidas de aire, y no siempre son eficaces para sostener la cabeza del niño o niña fuera del agua.
En ese sentido, los dispositivos más apropiados son los chalecos, que deben tener broches seguros y correa en la zona inguinal. Adicionalmente, estos elementos de seguridad deben estar correctamente colocados si están a bordo de cualquier tipo de embarcación. No obstante, se insiste en que su uso no libera de la supervisión por parte de una persona responsable.
En masas de agua naturales como ríos, mares o lagos, se recomienda que niños y niñas menores de dos años solo permanezcan en la orilla y sujetos en todo momento por una persona adulta.
Otro aspecto importante a tener en cuenta con niños, niñas y adolescentes, es acordar algunas medidas protectoras como inculcar el respeto al agua o seguir las indicaciones de guardavidas en playas o piletas. También es necesario enseñarles que en el caso de que un niño/a esté en problemas en el agua, deben pedir ayuda urgente a una persona adulta y no intentar salvarlos por su cuenta.
Cómo prevenir la otitis de verano
- Se recomienda no tocar los oídos, evitar el uso de hisopos y aplicar dos gotitas de alcohol boricado al salir del agua.
Como cada año, al llegar el calor, la afluencia a playas, piscinas y ríos es masiva, y también lo son las visitas al médico producto de fuertes dolores de oídos que, en la mayor parte de los casos, son debidos a otitis contraídas en estos lugares.
Generalmente de origen bacteriano, esta otitis es una enfermedad prevalente en esta época del año, que se ve favorecida por la humedad en el ambiente, el uso intensivo de piletas, natatorios y la inmersión en lagos o ríos.
¿En qué consiste la otitis?
Se trata de una inflamación del conducto auditivo externo que generalmente es causada por una infección. Aunque está calculado que hasta un 10% de la población la padecerá en algún momento de su vida, lo cierto es que es más frecuente sufrirla entre los 7 y los 12 años.
¿Por qué el agua favorece la aparición de otitis?
La humedad y las alteraciones en la piel del conducto auditivo externo favorecen que la flora habitual prolifere en exceso y provoque una infección. Si al contacto con el agua le sumamos que en ocasiones esta agua no está todo lo higiénica que sería deseable, la probabilidad de infección aumenta.
Por esto, se sugiere aplicar después de bañarse en piletas o ríos, dos gotitas de alcohol, para asegurarse de secar y desinfectar el oído.
¿Cómo se trata la otitis?
La infección se trata con antibiótico. los síntomas mejoran o desaparecen en 2 o 3 días y es importante continuar el tratamiento durante aproximadamente una semana, o lo que indique el especialista en cada caso.
Medidas preventivas para evitar la otitis
- Al salir del agua, mover la cabeza para retirar el agua del conducto del oído.
- Evitar el nado en aguas sucias y contaminadas.
- Secar y limpiar el conducto envolviendo el meñique en un paño o toalla.
- Evitar el uso prolongado de tapones para los oídos y, en caso de necesitarlos, elegir los de silicona o polivinilo
- No introducir objetos extraños para limpiar el oído, ya que el conducto cuenta con un mecanismo de autolimpieza.