Una mujer iba a tomarse una foto, golpeó sin querer una base que sostenía una corona y causó un efecto dominó catastrófico. Se rompieron numerosas piezas de metales preciosos que tienen un valor de 200 mil dólares.
Por sacarse una selfie, una mujer hizo un movimiento que provocó la caída y rotura de una colección de coronas fabricadas con metales preciosos, mármol, madera, metal y nylon.
El increíble momento se vivió en una sala de exhibición de Los Ángeles, en Estados Unidos, cuando una de las personas que visitaba la muestra decidió acercase a una de las coronas para tomarse una selfie.
Con la intención de tomar una imagen única con una pieza de gran valor, se acercó – demasiado – a una de las bases y la tumbó, algo que generó un efecto dominó que hizo caer a otras coronas del lugar.
Una docena de coronas quedaron parcial o totalmente destruidas. Una de las artistas que participó de la exhibición, estimó el daño en unos 200 mil dólares.