A partir de la aprobación en el Congreso del uso de cannabis medicinal para tratar enfermedades, PANORAMA dialogó con el Dr. Carlos Laje, de la Clínica de Cannabis en Córdoba.
Este es un primer paso cultural que seguramente se convertirá en sanitario con el correr de los días, ya que se trata de una sustancia que estuvo de alguna madera más cerca al “demonio” que al medicamento, la cual hoy empieza a ser parte de conversaciones en la mesa familiar y del bar respecto a las propiedades terapéuticas del cannabis medicinal.
El cannabis cuando ingresa al cuerpo mejora algunas condiciones tales como el dolor, el ánimo, el apetito, el sueño y el humor; y uno empieza a darse cuenta que no es para una patología determinada sino para mejorar condiciones y calidad de vida para muchas patologías, ya que no hace falta estar enfermo para tomar cannabis y sentirse mejor.
La medicina internacional dice que una vez que la planta crece hay dos posibilidades, por un lado el consumo crudo y la segunda procesarla como medicamento buscando obtener las tres o cuatro vías de administración tales como vía oral donde aparece el famoso aceite o tintura, la vía subcutánea a través de cremas donde se usa mucho para la planta de los pies en pacientes con epilepsia refractaria en niños que no pueden tomar las gotas y la vía inhalatoria que es la principal vía de uso en Estados Unidos a través de una especie de nebulización con la flor.
La gama de posibilidades que la planta otorga al ser ingresada al cuerpo es amplia.