Los que se van con los que vienen
Argentina de tanto en tanto muestra hechos de un mundo que no le es habitual, el Basketball , tercer deporte en popularidad del país se ha convertido desde hace dos décadas en un modelo “nacional” casi irrepetible. Sobre una idea de León Najnudel se trasladó un modelo norteamericano que integró el territorio argentino generando la aparición de jugadores de altísima calidad deportiva y un estupendo comportamiento humano y que no tardaron en ser requeridos desde todo el mundo por ambas virtudes. Pese a la pésima dirigencia central (léase CABB) el Basket funciona en la Argentina porque el torneo lo manejan con un criterio cuasi – profesional los clubes de provincia, con dirigentes serios, excelentes árbitros y una organización que sorprende aún con sus errores. No es casualidad que Argentina sea campeón olímpico, luego segundo, cuarto y también sub – campeón del mundo perdiendo sin chistar un torneo que se lo robaron, esto obedece a su desarrollo, superando todo lo que le rodea que no es bueno precisamente. Por eso el abrazo de Scola (35) con el más grande (Ginóbili) (38) que fue a la platea como un hincha más , simboliza lo que Argentina necesita en otros ámbitos , que las generaciones que van pasando se entiendan con las que fueron y están llegando, la continuidad garantiza el éxito y la grandeza permite reconocer los valores , no se puede negar a Manu y toda la legión dorada, tampoco él juega de figura mirando con aire superior, al contrario estaba allí con la camada nueva y con la intermedia (Scola – Nocioni) sufriendo y alentando, el resto desde otros lugares del mundo como Leo Gutiérrez desde aquí acompañando con el espíritu y los mensajes, pero nadie, absolutamente nadie quería que le fuera mal a los nuevos para quedar ellos en la historia, y esa es la realidad que trasladada al ámbito político – institucional debe regir en el futuro, debemos apoyar lo bueno y corregir lo malo, con respeto y con altura avanzar sin destruir como este abrazo histórico en México un 11 de septiembre de 2015.